Javier Vázquez Ezcurdia

Me gusta observar, aprender, escuchar con atención, preguntar con curiosidad, hablar con la gente y, a veces, también callar. Mi pasión es comunicar y disfruto escribiendo, leyendo o actuando. Pero sobre todo, me gusta sonreír y emocionarme ¡y conseguir que los demás lo hagan conmigo!

La palabra y la cercanía son mis herramientas. En la vida, la radio, la tele, los libros, el teatro o en cualquier otro escenario. Y si me necesitas, también estaré encantado de ayudarte con un evento o de presentar tus galas. Si quieres saber más sobre mí, sigue este enlace y te lo cuento. ¿Hablamos pronto?


«Lo más importante de la comunicación es saber escuchar lo que no se dice»

Peter Ferdinand Drucker

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Presentador de eventos y galas

Entregas de premios, galas, presentaciones de libros, actos oficiales, congresos, inauguraciones… ¿Necesitas un maestro de ceremonias? El rigor y la profesionalidad no están reñidos con la cercanía y el entretenimiento.

Mis libros publicados

Me apasiona contar historias y el reloj se para mientras escribo. ¿Mis favoritas? Las historias de detectives, la novela negra y el humor costumbrista actualizado. Pero también soy autor de libros infantiles y de obras de teatro.

Cuando subo a un escenario

Cuando el TEUN se cruzó en mi camino en la Universidad supe que el teatro no me abandonaría nunca. Como si fuera la urdimbre de un tapiz, su técnica y sus enseñanzas me acompañan cada día en la vida y en mis otros oficios. A veces sobre el escenario, otras en la dramaturgia, y siempre pensando nuevos proyectos.

Contando la vida que suena

En 1995 me senté por primera vez frente a un micrófono y, desde entonces, ha sido un regalo contar la vida, con butaca de primera fila, en distintas cadenas. La última aventura, dirigir durante 15 años seguidos el programa de las tardes en la Radio Autonómica de Aragón. Todo un orgullo y un privilegio.

El niño que soñaba con presentar el Un, dos, tres

Cuando de pequeño me preguntaban qué quería ser de mayor, siempre respondía que presentar el Un, dos, tres. ¿Quién sabe? Sigo persiguiendo el sueño, pero he tenido la suerte de trabajar ya con compañeros excelentes que me han contagiado el veneno de la tele.